Es posible que, a estas alturas de tu vida, te estés planteando vender tu casa de toda la vida para comprar una mejor. Es normal, a todos nos gusta prosperar. Además, el paso de los años y la llegada de los hijos hace que nuestras necesidades cambien. Sin embargo, ¿sabes cómo incrementar su valor para sacarle el máximo partido económico? Aquí queremos hablarte de algunas reformas muy bien valoradas por los compradores que te saldrán muy rentables.
4 reformas (y dos arreglos) para elevar el precio de venta de casa
Dicho lo anterior, ya podemos sumergirnos de lleno en el tema que nos ocupa, es decir, en el de explicar cuáles son las reformas más económicas y con capacidad de incrementar en mayor medida el precio de venta de tu residencia. Vamos allá.
Cambiar las instalaciones
Hablamos, en concreto, de las tuberías de agua y gas (si las hay), así como del cableado eléctrico. La razón es simple. En la mayoría de los casos, el posible comprador va a detenerse a mirarlas con detenimiento ya que su sustitución conlleva una gran obra. El mero hecho de poder ahorrarse la reforma hará que esté dispuesto a pagar una buena cantidad de dinero adicional.
Según los expertos, es recomendable sustituir la instalación eléctrica cada 15 años, si bien es cierto que puede sobrevivir hasta los 30 años si se ha cuidado bien. Sin embargo, nadie va a estar dispuesto a abonar un importe extra si sabe que tendrá que cambiar el cableado en poco tiempo. Lo mismo es aplicable a la fontanería.
Alisar las paredes
Sin duda, una de las reformas más económicas y con mayor capacidad para revalorizar el inmueble. Además, ya que te pones a picar las paredes para eliminar ese gotelé que tan poco se lleva actualmente, puedes aprovechar para cambiar las instalaciones que citamos anteriormente. Pero no solo eso. También para colocar alguna capa aislante de carácter término y acústico. Los interesados lo agradecerán notablemente.
Eso sí, en este sentido, tienes varias opciones:
- Alisar las paredes directamente. Es decir, contratar a un albañil o yesista y pedirle que alise las paredes con perlita o cualquiera de sus derivados. ¿El problema? Este material es muy rígido y tiene a resquebrajarse por las esquinas si se golpea. Además, es necesario que el profesional tenga experiencia ya que es un trabajo complejo y muy exigente físicamente.
- Colocar planchas de pladur. Puede que pienses en que vas a perder algunos metros cuadrados. Sin embargo, merece la pena ya que no tendrás que hacer obras. Bastará con instalar los rieles y, además, podrás pasar las nuevas instalaciones por detrás de las planchas sin necesidad de romper las paredes.
Además, las planchas de pladur admiten la colocación de elementos aislantes y se reparan fácilmente. De hecho, en caso de sufrir un accidente o averías, será posible cambiar una sola sin que las demás se vean afectadas. También son mucho más económicas que el alisado tradicional.
Instalar un sistema de climatización por conductos
Otra reforma directamente ligada con la anterior. Piensa que ese espacio que hay entre el pladur y la pared es perfecto para colocar también las canalizaciones de un sistema de aire acondicionado y/o calefacción sin necesidad de hacer una gran reforma. Incluso podrás zonificar el sistema de climatización sin problema, es decir, controlar la temperatura de cada habitación desde un solo termostato. O a través de tu teléfono móvil aunque no estés en casa.
Cambiar los cerramientos
Actualmente, la eficiencia energética es una cuestión clave para la mayoría de compradores. Cada vez hay una mayor conciencia medioambiental al respecto. Además, los precios de la electricidad y del gas cada vez son más elevados, por lo que siempre es interesante realizar una inversión como esta.
Cuando hablamos de cerramientos, hacemos referencia a las ventanas de los dormitorios, de la cocina, etc. En este sentido, lo más aconsejable es optar por modelos de rotura de puente térmico y doble acristalamiento. Suponen la mejor garantía de que la nueva familia que compre el inmueble estará cómoda durante todo el año.
Apuesta por el blanco o cualquier otro color neutro. Si eliges una tonalidad muy atrevida para la parte externa del aluminio o el PVC, puedes echar para atrás a algunos interesados.
Además, esta inversión supone un ahorro energético importante. Piensa que, al instalar los nuevos cerramientos, podrás contar a los interesados que tendrán la posibilidad de gastar menos en climatización. Algo muy importante, sobre todo, si resides en un lugar muy frío en invierno o muy caluroso en verano.
Arreglar el cuarto de baño
Hemos dicho arreglar, que no reformar. ¿El motivo? La mayoría de quienes compran una vivienda de segunda mano suelen tener la idea de adecuar a su gusto esta estancia. Por ejemplo, es posible que a ti te gusten los platos de ducha, pero que el posible comprador prefiera una bañera porque tiene hijos pequeños y le resulta más fácil bañarlos. Asimismo, tal vez te encanten los azulejos blancos, mientras que él se sienta más atraído por las combinaciones de colores.
Evidentemente, cambiar los azulejos y los aparatos sanitarios de un cuarto de baño no es lo mismo que pintar las paredes del resto de la casa. Conlleva una inversión mucho más fuerte. Por ello, nuestro consejo es que:
- Compres un nuevo mueble de lavabo. Es el elemento que suele transmitir la primera impresión.
- Te hagas con algunos accesorios. Como, por ejemplo, toalleros y portarrollos.
- Revitalices la imagen general del baño. Realizando una limpieza a fondo y, tal vez, pintando los azulejos antiguos.
Tu objetivo debe ser que el interesado tenga la sensación de que, si quiere, puede entrar a vivir sin necesidad de hacer una reforma en el cuarto de baño. Existe la posibilidad de que, si su presupuesto es ajustado y decide invertir un poco más en la compra para vivir donde desea (tu actual domicilio), prefiera esperar unos meses hasta ahorrar el dinero que necesita para la mano de obra y para la compra de materiales.
La cocina
Con la cocina pasa algo parecido que con el cuarto de baño. Cada persona tiene una idea en la cabeza y lo mejor es no arriesgarse. Sin embargo, eso no implica que la puedas presentar a los interesados de cualquier manera.
La pauta a seguir es la misma: lavar la cara para que resulte más atractiva. Pero ¿cómo conseguirlo? Por ejemplo, cambiando los accesorios y los electrodomésticos más deteriorados. Al fin y al cabo, si quieren, los compradores podrán mantenerlos en su nueva cocina cuando decidan reformarlos. Una mesa nueva también es una buena idea, así como pintar los azulejos y colocar lámparas nuevas.
No te aconsejamos arriesgarte comprando muchos muebles nuevos. Ten en cuenta que, en muchos casos, el mobiliario de la cocina puede costar lo mismo que toda la reforma del cuarto de baño. Además, también debes dejar claras las posibilidades del espacio. Cada vez se llevan más las cocinas americanas y conectadas con el salón o el comedor.
La eficiencia energética
No descartes la posibilidad de que, tras hacer todas estas reformas, puedas optar a un certificado de eficiencia energética de tipo A o B. En ese caso, no dudes en solicitarlo. Aunque tengas que abonar de tu bolsillo los honorarios del tasador. Una inversión de entre 300 € y 500 € puede llegar a suponerte fácilmente un incremento de 3000 € en la venta.
En definitiva, vender un piso es un momento importante en la vida de cualquier persona. Sin embargo, llegado el momento de desprenderte de ese lugar en el que has pasado los últimos años de tu vida para comprar algo mejor, debes sacarle el máximo rendimiento. Entre todas las reformas y arreglos que hemos comentado anteriormente será difícil que llegues a gastar más de 10 000-15000 €.
Sin embargo, pueden traducirse fácilmente en un incremento de hasta el 20 % en el precio final de venta. Pocos argumentos mejores que este puedes encontrar para empezar ya mismo con las obras.